Detalles que lo dicen todo.

11:35 Mónica 6 Comments

- ¿La quieres?
- Claro que la quiero, sino, no estaría con ella. ¿No crees?
- Ya pero, ¿la quieres más que lo que me quisiste a mí?
- ¿A qué viene esto ahora? No lo entiendo.
- Verás, no me vas a creer. Te echo mucho de menos...
- Tienes razón. No te creo.
- Déjame que te explique...
- ¿Qué me vas a explicar? ¿Qué fuiste una imbécil? ¿Qué no moviste nunca un dedo por mí y ahora te arrepientes? ¿O me vas a explicar el por qué nunca luchaste por lo nuestro? Creo que todas las escusas o explicaciones, como tú lo llames, ya me las sé de memoria. Vas a perder el tiempo.
- Te quiero...
- ¿Y no crees que es un poco tarde para darte cuenta de eso? ¡Ahora no necesito tus te quiero!
- Estoy dispuesta a dejarlo todo por ti, de verdad...
- Ya, pero es que yo no. Ya no. Me has hecho muchísimo daño, y ya he conseguido olvidarme de ti, ya he conseguido quitarme tu pasotismo de la cabeza, tu desprecio. He conseguido olvidar que fui una simple marioneta a tu lado, que no pintaba nada y que, por supuesto, nunca pintaría nada en tu vida.
- ¿Qué quieres que haga? ¿Qué puedo hacer para demostrártelo?
- Dejarme en paz. De verdad, si me quieres, déjame. Soy feliz, de veras, soy muy feliz ahora mismo. Tengo a alguien que se preocupa por mí, que me cuida, que me lo da todo sin esperar nada a cambio. Tengo a alguien que me quiere, que me mira y me entiende. Tengo a alguien que tiene todo lo que necesito. Así que por favor, si de verdad me quieres, déjame.
- Nadie te va a querer como te quiero yo. Nadie te va a tratar como yo podría tratarte...
- Ya, pero es que de eso se trata. No quiero conocer a alguien como tú, quiero conocer a alguien que sea tu opuesto.

Y te fuiste. Como llegaste te fuiste. Ni siquiera sentiste el rozar de las lágrimas en mi mejilla, como tampoco sentiste el nerviosismo de mis manos ni los leves toquecitos que estaba dando en el suelo con la punta del zapato. No sentiste que, durante la conversación, me había tragado miles de suspiros. No sentiste que daba un paso hacia delante para acercarme y olvidarlo todo, y al segundo siguiente daba otro hacia atrás para alejarme de ti. Ni siquiera notaste que te estaba mintiendo. Y es entonces cuando me alegré de la decisión que había tomado. No me querías, no me quisiste y nunca me querrás...porque no te fijas en los pequeños detalles, en mis pequeños detalles...y yo no podía vivir sin los tuyos...

6 comentarios:

  1. Qué bonito *.*
    Me gusta mucho tu blog, te sigo, y te invito al mío ^^
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Hola ^^
    Encontré tu blog por una página de tuenti, he leído alguna entrada y esta genial *_*
    Te sigo ^^

    ResponderEliminar
  3. Gracias! :) También me gusta tu blog, ya te sigo ;) saludoos!

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias!!! :D Me alegro de que os gusten las entradas jeje ^^

    ResponderEliminar
  5. Hola por casualidad aterricé en tu blog, gracias a una recopilación de estos en el tuenti y acabo de leer este pequeño relato que no sé si será ficcticio o real, y bueno solo decirte que me ha conmovido, el último párrafo de los pequeños detalles y el quiero pero no debo,nosé lo he sentido muy personal, por eso me gustó. Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Hola Nomad! Hasta hoy no he visto este comentario. El relato es ficticio, aunque bueno, como todo, alguno de los sentimientos que se expresan ahí...los he experimentado de una forma un poco más light. Me alegro mucho de que te haya hecho sentir algo, que esa es la finalidad de todo esto...poder llegar de alguna forma o de otra a vosotros ^^

    Un beso!

    ResponderEliminar